¿Cómo podemos conseguir que la flor tenga una mayor duración una vez cortada? Es posible conseguir que las flores tengan una vida mayor una vez separadas de la planta, conservando durante más tiempo su belleza y cualidades decorativas.
Es obvio que las flores naturales de venta en floristería han sido cortadas de la planta, para su posterior comercialización. Después del corte, las flores dejan de recibir la savia que les aportaba agua y nutrientes necesarios para su desarrollo. Por ello, es muy importante colocar las flores en agua a la que hemos añadido conservante, para restablecer ese flujo de agua y alimento a la flor, de forma que evolucionen, abran y envejezcan lentamente.
															Agua y conservante
Cuando el florista recibe las flores del productor o mayorista, tras retirar los envoltorios que forman cada paquete, es importantísimo cortar varios centímetros la parte basal del tallo. El corte debe ser realizado en diagonal -en forma de bisel-, con una tijera o navaja afilada.
Tras este paso, hay que introducir los tallos en agua a la que convendrá añadir el denominado conservante para flor cortada. Pasado un tiempo, la flor comenzará a tomar líquido, se hidratará y alimentará, incrementando su vida útil en florero.
El conservante actúa impidiendo el desarrollo de bacterias en el agua, aportando nutrientes y evitando que se obstruyan los vasos conductores, así como transportando estas sustancias hacia la flor. Los conservantes también actúan retrasando la acción del etileno, una de las principales sustancias causantes del envejecimiento de la flor. Las frutas desprenden etileno al madurar, por lo que es aconsejable no situar las flores próximas a ellas.
Producto de calidad
Los cubos con las flores en agua deben almacenarse en un lugar frío del establecimiento o, preferiblemente, en una cámara, donde la temperatura se mantenga entre 2º y 6ºC. Algunas flores (Phalaenopsis, Anthurium, flores tropicales, etcétera) no soportan bien el frío; también hay que tener cuidado con otras especies como Vanda o Cymbidium, a las que habrá que proteger de esas bajas temperaturas. Ante cualquier duda, siempre es conveniente pedir consejo al proveedor de la flor.
Será importante mantener la limpieza, tanto en la propia cámara, como en los cubos de las flores -el uso de lejía es adecuado, si bien existen otros productos específicos cuyo empleo también será recomendable-.
A la hora de confeccionar ramos o centros florales, se hace igualmente necesario cortar en bisel cada flor, para facilitar la posterior absorción del agua y los nutrientes. Y, a la hora de entregar las composiciones al cliente, será interesante regalar un sobre de conservante, para que lo coloque en su jarrón con el agua y deposite allí las flores.
Evitar la apertura prematura y el rápido envejecimiento de la flor da lugar a un producto de mayor duración y calidad, necesario para conseguir la satisfacción del cliente final. No olvidemos que las flores son perecederas y que, para poder competir con otros bienes de distintos sectores, deben proporcionar una experiencia inolvidable -para bien- en las personas que lo reciben. También la persona que acostumbra a tener flores en casa, agradecerá que su composición floral esté perfecta durante días. Para el florista, es la garantía que le permite repetir las ventas.
 
 
 
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